Bonjour!

Después de mucho tiempo, volvemos a contactar.

Hace algunos días ya , se fueron nuestros "correspondants" de L'Isle Jourdain.

Llegaron un viernes por la noche, con algo de retraso por problemas de carretera, ¡la verdad es que el tiempo no les fue tan favorable como a nosotros!!
El reencuentro no fue tan emotivo como podría esperar después de la despedida en Francia. Pero esta sensación duró poco, después de un fin de semana en familia, todos volvieron a ser inseparables.
El lunes nos quedamos en Lugo, los alumnos franceses recibieron su diploma, desayunaron en el centro para luego visitar el Centro de Interpretación da Muralla, y más tarde fuimos recibidos en el Ayuntamiento.

Por la tarde caminamos por la Muralla y visitamos la Catedral.


El martes tocó la visita a Santiago, conseguimos subir a las cubiertas de la catedral sin que cayese una gota, pero luego fue "el diluvio". Por la tarde la visita al parlamento Gallego despertó en ellos un grandísimo interés, (en Francia no resulta fácil visitar el Parlamento, sólo hay uno, en este pais centralizado, y por supuesto está en la capital: Paris). fuimos muy bien acogidos y asistimos a un pleno, varios diputados de nuestra ciudad vinieron a saludarnos; hecho que Pedro Botana no olvidará fácilmente.

El miércoles en A Coruña, pudimos ver como los tiburones o las focas se alimentaban, en el Aquarius y por la tarde alguna chica se quemó un poco al ir a visitar la Torre de Hercules.

El jueves, ya todos cansados!, nos quedamos en Lugo, era el último día y ya el cansancio y la próxima separación empezaban a notarse. Por la mañana los alumnos franceses fueron a ver como eran algunas de nuestras clases y, en la biblioteca, aprovecharon para, junto con nuestros alumnos, completar sus notas para hacer sus Diarios de Viaje. Visitamos la Domus do Mitreo y O vello Cárcere.
Por la tarde, creo que tuvieron una despedida.

Y llegó el viernes, a las 8h00 todo el mundo estaba en la estación de autobuses, con el corazón lleno de recuerdos, la cabeza adormilada y los ojos llenos de lágrimas.
De nuevo hubo llantos, abrazos y un poco de desesperación. Las despedidas siempre son la parte más fea de los intercambios pero quedan los recuerdos y las puertas abiertas para que estos chicos y chicas pueden ir y venir cuando quieran.